Por Wilfredo Arriola «Entonces entré en casa y escribí: Es medianoche. La lluvia azota los cristales. No era medianoche. No llovía». Aniquila Samuel Becket en su novela Molloy, en su escritura experimental y en esa onda reflexión que le caracteriza. Se parece tanto a la vida, la que decidimos vivir a pesar de que …
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